J.R.PARÍS

Siempre me ha fascinado mirar la Tierra desde arriba. Las imágenes de teledetección, concebidas para meteorología o urbanismo, revelan nuestro planeta en trazos de color que rozan la poesía. Con Tierra Incognita traduzco esos datos científicos en emoción pictórica: convierto píxeles en pinceladas, información en experiencia visual.


Mis cuadros viven en una paradoja entre lo abstracto y lo real. A simple vista pueden recordar a la pintura gestual, con manchas,  y gestos espontáneos. Pero cuando te detienes, emergen ríos, deltas y patrones agrícolas; cada obra corresponde a un lugar concreto del planeta. Ese juego de escalas —entre la pincelada íntima y la geografía global— me produce un vértigo agradable, como si pudiera estar en todas partes y en ninguna.


Una belleza que compromete

No busco ocultar lo que represento, pero tampoco lo digo de forma directa. Prefiero que te dejes seducir por los colores y solo después descubras que esos azules son glaciares en retroceso o esos verdes, selvas diezmadas. La belleza es una puerta de entrada hacia la conciencia: disfrutas de la obra y, cuando te atrapa, te obliga a pensar en la fragilidad de aquello que retrata.


Cada decisión de color o técnica es deliberada. A veces respeto la paleta de las imágenes satelitales; otras, la transformo para acentuar su carácter onírico. Uso acrílicos fluidos para sugerir el movimiento de los océanos y óleos densos para emular montañas. Me gusta que la materia pictórica dialogue con la materia geológica.

Interactividad y exploración

La interacción con el público es esencial en este proyecto. Por eso cada obra incorpora un código QR. Al escanearlo, accederás a la ubicación exacta del lugar que pinté. Este gesto convierte la contemplación en acción: quien escanea deja de ser espectador pasivo y se convierte en explorador.


Esta interacción crea conexiones y profundiza el mensaje. Podrás informarte sobre el estado del lugar, comparar su evolución en el tiempo e incluso participar en iniciativas de conservación. Me encanta la mezcla de lo manual y lo digital: pintar con la mano y, a la vez, invitar a usar el móvil para seguir explorando. Creo que esa hibridación le da a la serie un carácter contemporáneo y universal.


Terra incognita quiere tender un puente entre la objetividad de los datos y el calor de la experiencia. Celebro la belleza de nuestro planeta, denuncio su deterioro y, sobre todo, te invito a implicarte. Estas pinturas no quieren quedarse quietas en una pared; son ventanas que se abren a un mundo compartido y nos recuerdan que contemplar también implica comprometerse.

SOBRE MÍ…

JOSÉ RAMÓN PARÍS PIÑERO

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Alonso Cano de Granada.

Artista plástico independiente, Diseñador gráfico e ilustrador. Actualmente desarrollo  servicios de creación gráfica , docencia, asesoramiento y creación de imagen de marca, a numerosos ayuntamientos de la Comarca del Levante Almeriense, así como a empresas públicas y privadas.

Sobre mi obra gráfica